Rufino Tamayo Museo 2, Oaxaca (Photo credit: woo.is.mee) |
Eso que germina es un temor. La historiografía es la ciencia que estudia el Miedo. La determinación de todas
las perspectivas a una perspectiva aparente. La Historia, una voluntad de
verdad. La historicidad, ésta tierra convertida en roca.
El orden de la representación que así entonces se atiene se
encuentra perpetuamente aterido, dispuesto siempre a su intersección
asistencial; que sólo a tal asistencia el lector existe, la lectura insiste e
interpretar es [BP1],
todo yace detrás. Explicar, comprender o interpretar son intermitencias que ya difieren de un todo
el mensaje, o mejor dicho, se presentan. Al orden interno de las ciencias, la
analítica, es la confrontación jerárquica de sus conceptos. Potencia de
asunción, de crítica, de razón y respuesta.
Ante la epistemológica de lo humano sí se asume al campo de los
posibles implicados - experiencia -, no queda algo, que ya todo ha sido dicho. La predicación es sólo el sitial de la lógica que resguarda al aparato de identidad.
Lo predicado, bueno, cualquier cosa ya de aquí se nombre por comunicar - a fin
de dar un ejemplo - señala que la comunicación es predisposición temporal a la
albura de un manto. El texto, su posibilidad de condición, es de sí pose de una
determinación única: la muerte.
[Federico García Lorca]
[El silencio y
la albura de su manto]
[El régimen
de obediencia]