viernes, 3 de mayo de 2013

La musa y su desolación, la piel piedad

Brush drawing of German philospher Martin Heid...
Brush drawing of German philospher Martin Heidegger, made by Herbert Wetterauer, after a photo by Fritz Eschen (Photo credit: Wikipedia)
Doctrina de concepto y metodología para una historia de la poesía.


I

Para una historia de la poesía la diferencia fundamental que confiera en investigación y exposición la intuición de la brisa, el soplo y el estupor que la comanda, estriba en la distinción de causa a efecto que difiere de la articulación que dispone por poesía –el saber supuesto saber del logos-[1] la diferencia del canto a la composición y asienta, por la concepción de la diferencia, el principio de la razón. Esta diferencia es la temporalidad fundamental que nombramos Platón. Al desenvolvimiento del pensamiento platónico en la historia de occidente hoy el trabajo encomendado es claro, la devolución del ente a partir de la verdad del ser.[2]

Por diferencia fundamental nombramos la temporación, dispositivo de identidad que distingue en discurso la voz, totalidad que toda composición difiere.[1] Heidegger asienta así  el dispositivo de transcurso a una historia de tales respectos:

La pregunta por el "sentido del ser [Seyn] es la pregunta de todas las preguntas. En la realización de su despliegue se determina la esencia de lo que aquí "sentido" denomina, aquello en lo que se sostiene la pregunta como meditación, lo que ella como pregunta inaugura: la apertura para el ocultarse, es decir, la verdad.
La pregunta por el ser es el salto al ser lSeynl, que el hombre cumple como buscador del ser [Seyn], en tanto es un hacedor pensante. Buscador del ser [Seyr] es en la más propia demasía de fuerza buscadora el poeta, quien "funda"* al ser [Seyn].[2]

Antes de la música -quien devela al hombre-, el canto fue la elección por lo sagrado de su señor. La develación, lo trascendente puro que en lenguaje acontece, es del evento del canto su interpretación, verdad de fe que la composición preserva más allá de las exacciones que la razón compone, el trascenderse simple que se eleva en sonido a la elisión de lo sagrado por la voz.

Para la heurística de semejante historia de la poesía, el ruido es ya el mostrarse la totalidad de la trascendentación.  La gran poesía es poesía sin imagen. La idea de la filosofía, su razón en la conformidad de su poder, es ya el comienzo de la composición del principio de elisión.[3]

De la metafórica de la piel, de la metafórica de la piedad, la destrucción hermenéutica de la metodología metafórica por la metaforología de Hans Blumenberg.

La apertura cognitiva a las apercepciones fundamentales de la edad contemporánea. Hölderlin, Hegel, Nietzsche, García Lorca, Heidegger, Camus, Paz.

Paul Celan, René Char.

Hayden White.*

La prehistoria a la institución.

Estructura es unidad de significación, a su efectividad le nombramos posición lírica.



II

Distinción de causa a efecto. El diferirse de la articulación al canto, ya dispone por poesía un objeto literario,  siempre sujeto en lenguaje al respecto de un logos.

Famosa es al respecto la expulsión de los poetas que Platón asienta en su República, más no así el sentido de apropiación de lo poético que conlleva en la narrativa de su diálogo para el final de su Estado. Veamos la estructura total de la expropiación de la poesía por la razón del filósofo a bien comprender la ganancia que para la filosofía posterior representa la doctrina platónica.

En el libro III podemos leer

El emplazamiento de la estructura que finalmente permite hablar de la poesía distinguiendo de entre la totalidad de lo poético diversas estructuras poéticas que ya para la época de Aristóteles podrán ser establecidas propiamente en tanto géneros[4]:

- Has pensado muy correctamente - dije- , y creo que ahora puedo hacerte claro aquello que anteriormente no pude: que hay en primer lugar, un tipo de poesía y composición de mitos íntegramente imitativa como tú dices, la tragedia y la comedia-: en segundo lugar, el que se produce a través del recital del poeta, y que lo hallarás en los ditirambos, más que en cualquier otra parte; y en tercer lugar , el que se crea por ambos procedimientos, tanto en la poesía épica como en muchos otros lugares, si me entiendes.

Ya el ingreso por el ahí de la lectura demanda comprender por principio la estructura de emplazamiento que naturaliza para Platón la clasificación de la poesía por tipos.

[Pues que justo del asentamiento de un haber se establecerá la pertinencia de la diferencia y de ello la teoría de los tipos que al interior de la estructura total de la República se consumara con la clasificación de los tipos de hombre acorde a cada forma de gobierno.

[“Hay en primer lugar, un tipo de poesía y composición de mitos íntegramente imitativa”]

¿Por qué Socrates declara que antes no pudo establecer esta diferencia y cuál es entonces la posibilidad de condición a su pertinencia?
  
¿Qué esta leyendo Socrates ahora de la poesía que antes no podía leer? [es esto efectivamente así o antes no quiso proseguir a la estipulación de estructura de su típica] [LA DIFERENCIA TÁCITA QUE EXISTE ENTRE LO TÍPICO Y LA TIPOLOGÍA][5]

Esquilo, Suplicantes, 504 y ss.

CORIFEO.- Conforme has dicho a ése, que pongan en camino y cumpla lo ordenado. Pero yo ¿cómo haré? ¿Dónde me pones mi seguridad?
REY.- (señalando a los altares) Deja ahí mismo los ramos signo de tu aflicción.

(Las suplicantes depositan sus ramos al píe de los altares mientras dice la Corifeo:)

CORIFEO.- Sí; los dejo confiada en tu palabra y el poder de tu brazo.
REY.-Vete ahora por lo llano de este lugar sagrado.
CORIFEO.- ¿Cómo puede salvarme un recinto sagrado abierto a todo el mundo?
REY.- No vamos a entregarte a las aves de rapiña.
CORIFEO.- ¿Y si lo haces a gente más odiosa que funestas serpientes?
REY.- Contesta con palabras llenas de confianza, ya que así se te ha hablado.
CORIFEO.-Nada de extraño tiene que mi alma se muestre intranquila por el miedo que siente.
REY.- Es propio de mujeres el sentir siempre un miedo excesivo.
CORIFEO.-¡Dale alegría a mi alma no sólo con palabas, sino también con hechos!
REY.- No voy a dejarte sola tu padre mucho tiempo. Yo voy a darme prisa en convocar al pueblo del país, para hacerte propicio al común de las gentes. Y enseñaré a tu padre de qué forma ha de hablar. Por eso, aguarda aquí y pide con plegarías a los dioses de esta tierra lograr aquello cuyo deseo te llena, que yo voy a marcharme a cumplor lo que he dicho. ¡Ojalá que tenga persuasión y suerte que lo lleve a feliz término!

(sale el Rey hacia la ciudad, con su séquito)



[1] Aquello que difiere del ser del ente es la temporación. [La temporación y su temporizarse]
[2] El traductor al castellano del primer gran tratado de Martin Heidegger, José Gaos:
[3] Las exacciones que para con el canto del poeta la filosofía acomete.
[4] República III, p. 163, 394 c.
[5] No es el hecho sino por el hombre, no es el lenguaje sino por el hombre, dentre los hechos al lenguaje la estipulación de un primado no es sino naturalizar la incognita que ya siempre nos entrega ambas instancias en valor y poderío de efecto. No es lo determinado ni su determinación sino por el hombre. Humano, demasiado humando todo lo que acontece. Ello requisita asumir de ello la indagatoria por la construcción y estipulación del pensamiento fundamental de la medida, el ser-ahí que puede y saber medir de sí su propia identidad. ¿Más así entonces cómo el hombre aprehendio a diferir del ser-ahí  un espacio de integración? ¿Cómo nosotros al realizar la pregunta  ya también disponemos de un concepto de tiempo a bien determinar racionalmente nuestra interrogación? ¿Estructuras naturales de precomprensión? ¿Categorías sintéticas apriori? Cfr. William Blake:

A Memorable Fancy

The Prophets Isaiah and Ezekiel dined with me, and I asked them how they dared so roundly to assert. That God spoke to them; and whether they did not think at the time, that they would be misunderstood, & so be the cause of imposition, Isaiah answer’d. I saw no God, nor heard any, in any finite organical perception; but my senses discover’d the infinite in every thing, and as I was then perswaded, & remain confirm’d; that the voice of honest indignation is the voice of God, I cared not for consequences but wrote Then I asked: does a firm perswasion that a thing is, make it so? He replied, Al poets belive that it does, & in ages of imagination this firm perswasion removed mountains; but many are not capable of a firm perswasion of any thing.
Then Ezekiel said. The philosophy of the east taught the first principles of human perception some nations held one principle for the origin & some another, we of Israel taught that the Poetic Genius (as you now call it) was the first principle and the others merel derivative, which was the cause of our despising the Priests & Philosophers of other countries, and prophecying that all Gods would at last be proved to originate in ours & to be the tributaries of the Poetic Genius, it was this. that our great poet King David desired so fervently & invokes so patheticly, saying by this he conquers enemies & governs kingdoms; and so we loved our God. that we cursed in his name all the deities of surrounding nations, and asserted that they had rebelled; from these opinions the vulgar came to think that all nations would at last be subject to the jews.
This said he, like all firm perswasions, is come to pass, for all nations believe the jews code and worship the jews god, and what greater subjection can be I heard this with some wonder, & must confess my own conviction. After dinner I ask’d Isaiah to favour the world with his lost works, he said none of equal valu was lost. Ezekiel said the same of his.
I also asked Isaiah what made him go naked and barefoot three years? he answerd, the same that made our friend Diogenes the Grecian.
I then asked Ezekiel. why he eat dung, & lay so long on his right & left side? he answerd, the desire of raising other men into a perception of the infinite[;] this is the North American tribes practise. & is he honest who resists his genius or conscience. only for the sake of present ease or gratification?
The ancient tradition that the world will be consumed in fire at the end of six thousand years is true, as I have heard from Hell, For the cherub with his flaming sword is hereby commanded to leave his guard at tree of life, and when he does,the whole creation will be consumed, and appear infinite. and holy whereas now it appears finite & corrupt.
This will come to pass by an improvement of sensual enjoyment.
But first the notion that man has a body distinct from his soul, is to be expunged; this I shall do, by printing in the infernal method, by coroives, which in Hell are salutary and medicinal, melting apparent surfaces away, and displaying the infinite which was hid, If the doors of perception were cleansed every thing would appear to man as it is, infinite—
For man has closed himself up, til he sees all things thro’ narrow chinks of his cavern.





[1] Saber supuesto saber, anamnesis, la idea, la analogía del ser. De la diferencia fundamental, el ser y el ente, la temporalidad fundamental.
El tiempo, su concepto y la pregunta que interroga por el sentido del ser del ente.
[2] Martin Heidegger, Aportes  a la filosofía, acerca del evento, trad. Dina Picotti C., Buenos Aires, Biblos, 2003, p. 14.

* ¿Qué hace de él desde Whitman y Melville, la generación perdida, Pound y T.S. Elliot, hasta la generación Beat?

El Rock.
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jueves, 2 de mayo de 2013

El Tiempo


Hegel-Büste auf HU-Campus
Hegel-Büste auf HU-Campus (Photo credit: quapan)
El tiempo es el concepto del concepto al ahí del concebirse. Su pregunta no puede decir ¿qué es el tiempo? Que dicha pregunta interroga al ente. El ente no es. La pregunta apropiada interroga ¿Soy yo mi propio tiempo? 


¿Qué es un concepto y qué concebir? Hesiodo, ya escritor, o antes los cantos del Génesis o el Popol Vuh no tenían ni podían tener un concepto a tanto tal, menos así concebir conforme a regla de filosofía y ciencia estipulada y lógicamente develada en lo que ya nosotros modernos así nombramos. El concepto kantiano de tiempo “el tiempo es el horizonte de apercepción del sentido del ser del ente” ya obrepciona de la apercepción un régimen físico trascendental –la ideología del mundo físico-material newtoniana-, universalidad que se presume antropológica y a consistencia con la Naturaleza -¿qué es la Naturaleza?- ahí el homo mesura en la mera esencia de la filosofía trascendental a condición de a priori. Condición que pretende elucubrar de la categorialidad de su lógica subjetiva la naturalidad de su perspectiva –efectivamente todo se demuestra con lenguaje- las formas puras de la conciencia. 


Es decir, historiográficamente transplantamos la comprensión de nuestro comprender la historicidad a toda región histórica de aquello que sólo entendemos ahora como un pasado físico. Esto como tal es la ideología misma, ideología que así y sólo así establecemos ahora como un continuo – a favor y mejor estructurador de esta naturalidad es Benjamin, su disruptor fundamental Foucault-. Cuando entonces los antiguos hacen lo que hacen –¡siempre con lenguaje! el mismo que sirve a probar todo- no sólo hay que pensar su pensamiento sino comprender el ser-ahí de su pensar al experimentarse a tanto evento. Ahí así entonces el lenguaje y el estatuto técnico de su hablarse.


Hegel, 20 años después de la crítica de Kant, establece por comienzo de su filosofar que el tiempo es tan sólo el concepto de su existencia. Ahí, al existir del concepto, las comunidades históricas se “aproximan” o se “alejan” desde la posesión del habla al fundamento de lingüisticidad de su ser-ahí, el afrontarse a tanto concepción de la comprensión de historicidad.


Heidegger en Ser y tiempo realiza por un lado la subversión a la analítica kantiana introduciendo la determinante hegeliana del ser-ahí a tanto historicidad efectivamente comprendida del ser como hermenéutica de la facticidad a la analítica kantiana en la relatividad anunciada del a priori, el saber supuesto sujeto del universal antropológico. Mas entonces, ahora ante el propio Hegel, el concebir de la comprensión de historicidad (el fundamento historiográfico de la historia de las Lecciones de historia de la filosofía de Hegel) del ser-ahí se confronta con la propia estructura metafísica de toda trascendentalidad, la doctrina de la idea por un lado, la privación cual principio del saber, la anamnesis de la ciencia, y la doctrina de la materia aristotélica, mímesis que representa su propia ley lógica de presencia a tanto reefectuación de sí en voluntad de poder. A esto el siglo XX lo llamó la muerte de la filosofía.


¿Cuál fue el problema? Ricœur explica que el afrontar las aporías de la concepción de la temporalidad –o antinomias de jugarle aún a Kant- sólo imbrica nuevas transpolaciones de las aporías, desplazando a estructuras sociales, políticas, económicas y culturales más complejas la historicidad del ahí y la posibilidad de fundamentación de su comprenderse: narraciones.


El problema así devela una condición ridícula y escandalosa para la propia filosofía: jamás se pensó la esencia de la escritura a tanto posibilidad de condición del pensamiento trascendental del ser, eso a lo cual y por lo cuál las teogonías, los génesis y los popol vuh piensan su pensarse.


La civilización contemporánea obedece luego entonces a nuestra propia ignorancia al respecto, a la subrepción de los saberes y a la reproducción ideológica de antiguas doctrinas de la temporalidad que así entonces confunden del ente el ser anulando toda posibilidad de meditación trascendental fundacional.


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Carta del ESPACIO ESTUDIANTIL BUENAVENTURA DURRUTI aula Magna FFyL 30 de abril 2013

Faculty of Philosophy and Literature (UNAM)
Faculty of Philosophy and Literature (UNAM) (Photo credit: Wikipedia)










México, D.F., 1 de mayo de 2013




A los profesores de Histora, Literatura Dramática y Letras Modernas presentes el 30 de abril en el Aula Magna.


A la comunidad de la Facultad de Filosofía y Letras.


Queremos dirigirnos a ustedes, respetuosamente, para hacer de su conocimiento nuestro balance sobre lo ocurrido el día de ayer, 30 de abril, en el Aula Magna de nuestra Facultad:

En primer lugar, no podemos dar crédito de la manera tan déspota y tan cínica con la que ustedes son capaces de ningunearnos, de hacer simple y llanamente como que no estamos; más de diez estudiantes con la mano alzada durante 40 minutos ante la absoluta indiferencia de quienes dicen ser sus profesores. Un escenario nada digno de nuestra Facultad, un agravio para su tradición de crítica y abierto debate. ¿En serio quieren que creamos el cuento de que no nos dejaron hablar por mera formalidad y apego a los protocolos? ¿con quién creen que tratan? Evidentemente, nos ningunearon porque íbamos a contradecirlos con argumentos y razones, porque íbamos a romper la armonía ULTRADERECHISTA de sus autocomplascientes chistoretes, de ese patético intercambio de mentiras que ustedes necesitan creer para seguir pensando que tienen una dignidad que hace mucho perdieron. 

Ante sus indolentes ojos de intelectuales conformistas, Javier Torres Pares y una pintoresca profesora cuya ignorancia no tenía límites, mancillaron la historia de la huelga y de la Universidad; defendieron instituciones como la Policía Federal, que mata y viola inocentes por todo el país; señalaron a unos estudiantes, cuyos casos e historias desconocían, como a unos criminales “fascistoides” que dañaban a la Universidad; omitieron, por supuesto, el daño que a nuestra institución le causa el amiguismo con el que el Patronato asigna las concesiones de cafeterías y fotocopiadoras, el clientelismo con el que se distribuyen las plazas y los cargos en muchas facultades –incluida la nuestra- y la corrupción generalizada que sí obstaculiza el desarrollo de la vida académica de nuestra institución. ¿Alguien en el Consejo Técnico puede ignorar que el profesor Boris Berenzon no fue suspendido de su plaza por la protección personal que le brinda la señora Villegas, después de que fue descubierto como un faltista, un aviador y un plagiario? Esos secuestros de la vida académica que las camarillas y grupos de poder ejercen todos los días en nuestra casa de estudios no le preocupan a ese otro profesor que, consternado, preguntaba quién los salvaría a él y a sus alumnos de la toma de Rectoría. Ver cómo los académicos se reconfortan unos a otros, justificando su conformismo y su pasividad, repitiendo como loros lo que les dijeron en el noticiero de la noche anterior es un espectáculo vergonzoso.

Habría que considerar el argumento vertido por otra profesora, menos escandaloso pero no por ello menos falso, de que los muchachos que efectuaron la toma no estaban considerando que en los CCH ya se discutía el asunto de los 12 puntos. Lo que la profesora omitió es que esas discusiones no incluían el tema de la reinstalación de los expulsados, que es una demanda de los ocupantes que desde febrero ha sido ignorada por la comunidad estudiantil y cuyo destino ha sido decidido, de manera parcial y arbitraria, por un Tribunal Universitario que desestimó las pruebas que certificaban la inocencia de los compañeros de los cargos que se les imputaban. Pero para saber eso hay que leer los periódicos, algo que nuestros académicos no están dispuestos a hacer mientras Joaquín López Dóriga les susurre por las noches verdades más cómodas. 

Por suerte, ustedes, la camarilla incondicional de la señora Villegas, no son los únicos académicos de nuestra facultad. En la mesa anterior, con dignidad y espíritu académico, los profesores presentes dijeron que querían escucharnos y permanecieron en su lugar mientras decíamos nuestra palabra y leíamos nuestro pronunciamiento. Ese documento, por cierto, fue redactado por una asamblea estudiantil en la que participaron más de 150 alumnos, mucho más de lo que la Dra. Villegas puede reunir con todo y su inmensa lista de correos electrónicos. Por supuesto que la madamme salió por piernas antes de tener que tolerar semejante ofensa a las “vías institucionales”. Claro que hubo que gritar un poco para llamar la atención de la concurrencia, pero ésta no se ofendió ni nos llamó porros por hacerlo, pues entendió que teníamos que hacernos oír por encima de un micrófono que quería silenciarnos. Ustedes hubieran podido hacer lo mismo, no les hubiera tomado ni diez minutos. ¿En realidad les costaba demasiado alzar la mano para pedir que fuéramos escuchados? Nos resulta demasiado obvia su estrategia, el juego en el que caímos porque tenemos dignidad y la sangre nos hierve: Javier Torres puede insultarnos todo lo que le dé la gana –eso sí, con buenos modales, sin palabras altisonantes y sin gritos, porque para eso monopoliza el micrófono-, puede llamar “fascistoides” a nuestros compañeros e insinuar que nosotros somos oportunistas –él sí puede colgarse del conflicto de la Rectoría para balbucear su verborrea reaccionaria contra el activismo de la Facultad, claro está- y nosotros tenemos que aguantar callados, con la mano alzada, esperando a que la señora dé por concluida la sesión y ustedes se levanten satisfechos, pasen entre nosotros como si fuéramos fantasmas, como si no hubiéramos preparado un pronunciamiento para compartirlo con ustedes, como si lo que aprendemos en los salones lo pudiéramos dejar todos los días en el buró, sin esperanza de poder darle un uso comunitario en tiempos de crisis. 

Sus escusas burocráticas y formalistas pueden llevarlas a otro lado, nosotros no las creemos. Dicen que se abrirán canales de diálogo para nosotros, ¡pero nosotros queríamos discutir ahí con ustedes! ¿era demasiado pedir? Más aún cuando advertimos que las tres personas que intervenían lo hacían con una misma línea ¿no es lógico que quisiéramos abrir la discusión, el debate que ustedes nos han enseñado que es necesario para que el conocimiento progrese? Encerrados en un burocratismo patético que solamente pone en evidencia su miedo a la disidencia, ustedes lastiman nuestro espíritu universitario, nos hacen creer que el saber y la palabra no sirven para nada. La indiferencia de Alfredo López-Austin, de Lothar Knaught y de Ricardo Martínez nos ha dolido también, no la entendemos.

Quizá lo peor de todo sea que lo de hoy demuestra su nula capacidad y voluntad para organizarse de manera independiente. Que lo sepa todo el mundo: los profesores de nuestra Facultad sólo dialogan al son de la Rectoría, mal tocado por la señora Villegas. Quisiéramos que fuera positivo el hecho de que ustedes no son ni el 5 por ciento del profesorado de la Facultad. Pero no lo es, porque tampoco vemos al otro 95 por ciento organizándose con independencia de las órdenes que por correo les manda su patrón. Ya en el colmo del cinismo, el profesor Torres, que encabezaba la vertical transmisión de la línea a seguir, que bajaba directo de la Rectoría, nos llamó a nosotros “autoritarios” ¿pudo haber mayor contradicción entre lo que decía y lo que hacía?

Ante la indolencia de ustedes, la de siempre, a nosotros no nos queda más que la intransigencia; no les vamos a dar la otra mejilla. Que no les extrañe que las vías que encontremos para hacernos oír se radicalicen y se conviertan en acciones que rompan otra vez con su falsa armonía. No estamos dispuestos a conformarnos con el papel de telón de fondo que ustedes tienen preparado para todos los estudiantes; si hay quienes, obedientes, lo quieran aceptar, que no cuenten con nosotros. Asumimos que el conflicto de los CCH nos atañe a todos, porque lo que está en juego es el derecho a disentir en la Universidad sin ser expulsado y llevado preso. Intervendremos en el conflicto con la independencia organizativa de la que ustedes, los profesores, carecen, y lo haremos con la contundencia y la radicalidad que sean necesarias. Eso no excluye que sigamos llamando a todos los estudiantes y académicos a sumarse a un verdadero diálogo, plural, en el que todos tengamos voz y las posiciones contrapuestas puedan decantarse. 



ESPACIO ESTUDIANTIL BUENAVENTURA DURRUTI

“LLEVAMOS UN MUNDO NUEVO EN NUESTROS CORAZONES”
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