Martin Heidegger | [La
Ciencia] Aportes a la filosofía, II. La resonancia, §
73. El abandono del ser y “la ciencia”, § 75. Con respecto a la
meditación de la ciencia
La meditación acerca de "la ciencia", que sea retenida en una serie de tesis, tiene que desprender una vez este hombre de la indeterminación histórica de la equiparación arbitraria con épistéme, scientia, science, y fijarlo en la esencia moderna de la ciencia. Al mismo tiempo, la variación de apariencia de saber (como custodia de la verdad), que se consolida en la ciencia, tiene que ser aclarada y la ciencia ser perseguida hasta sus organizaciones y establecimientos (la actual "universidad"), necesariamente pertenecientes a su esencia maquinadora. Para la caracterización de la esencia de esta ciencia, mientras se tenga en la mirada la referencia al "ente", es conductora la distinción ahora corriente en ciencias históricas y experimentales-exactas, si bien esta distinción, así como la surgida de ella en 'ciencias naturales y del espíritu", sólo es de primer plano y sólo oculta mal la esencia unitaria de las ciencias, en apariencia radicalmente diferentes. En general, no rige el sentido de una descripción y aclaración de estas ciencias, sino la consolidación cumplida a través de ellas y cumpliéndose en ellas del abandono del ser; en breve, de la ausencia de verdad de toda ciencia.
[…]
Hoy hay dos caminos y sólo dos caminos para una meditación sobre "la ciencia". El uno no concibe a la ciencia como la organización ahora presente ante la mano, sino como una determinada posibilidad del despliegue y de la construcción de un saber, cuya esencia misma está enraizada sólo en una más originaria fundamentacián de la verdad del ser. Esta fundamentacion se realiza como primera confrontación con el comienzo del pensar occidental y se convierte a la vez en el otro comienzo de la historia occidental. La así orientada meditación sobre la ciencia se remonta tan decididamente a un sido como, arriesgándolo todo, se adelanta hacia un venidero. En ninguna parte se mueve en el debate de un presente y su realización inmediata. Calculada a partir de lo presente, esta meditación sobre la ciencia se pierde en lo irreal, lo que para todo cálculo significa de inmediato también lo imposible (cfr. La autoafimación de la universidad alemana). El otro camino, que ha de ser trazado en las siguientes tesis, concibe la ciencia en su constitución actual real. Esta meditación intenta captar la esencia moderna de la ciencia según las tendencias que le pertenecen. Pero, como meditación, tampoco es una mera descripción de un estado presente ante la mano, sino el destacar un proceso, en tanto éste lleva a una decisión sobre la verdad de la ciencia. Esta meditación queda conducida por las mismas pautas de la primera y es sólo su reverso.
La meditación acerca de "la ciencia", que sea retenida en una serie de tesis, tiene que desprender una vez este hombre de la indeterminación histórica de la equiparación arbitraria con épistéme, scientia, science, y fijarlo en la esencia moderna de la ciencia. Al mismo tiempo, la variación de apariencia de saber (como custodia de la verdad), que se consolida en la ciencia, tiene que ser aclarada y la ciencia ser perseguida hasta sus organizaciones y establecimientos (la actual "universidad"), necesariamente pertenecientes a su esencia maquinadora. Para la caracterización de la esencia de esta ciencia, mientras se tenga en la mirada la referencia al "ente", es conductora la distinción ahora corriente en ciencias históricas y experimentales-exactas, si bien esta distinción, así como la surgida de ella en 'ciencias naturales y del espíritu", sólo es de primer plano y sólo oculta mal la esencia unitaria de las ciencias, en apariencia radicalmente diferentes. En general, no rige el sentido de una descripción y aclaración de estas ciencias, sino la consolidación cumplida a través de ellas y cumpliéndose en ellas del abandono del ser; en breve, de la ausencia de verdad de toda ciencia.
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Hoy hay dos caminos y sólo dos caminos para una meditación sobre "la ciencia". El uno no concibe a la ciencia como la organización ahora presente ante la mano, sino como una determinada posibilidad del despliegue y de la construcción de un saber, cuya esencia misma está enraizada sólo en una más originaria fundamentacián de la verdad del ser. Esta fundamentacion se realiza como primera confrontación con el comienzo del pensar occidental y se convierte a la vez en el otro comienzo de la historia occidental. La así orientada meditación sobre la ciencia se remonta tan decididamente a un sido como, arriesgándolo todo, se adelanta hacia un venidero. En ninguna parte se mueve en el debate de un presente y su realización inmediata. Calculada a partir de lo presente, esta meditación sobre la ciencia se pierde en lo irreal, lo que para todo cálculo significa de inmediato también lo imposible (cfr. La autoafimación de la universidad alemana). El otro camino, que ha de ser trazado en las siguientes tesis, concibe la ciencia en su constitución actual real. Esta meditación intenta captar la esencia moderna de la ciencia según las tendencias que le pertenecen. Pero, como meditación, tampoco es una mera descripción de un estado presente ante la mano, sino el destacar un proceso, en tanto éste lleva a una decisión sobre la verdad de la ciencia. Esta meditación queda conducida por las mismas pautas de la primera y es sólo su reverso.
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